martes, 22 de diciembre de 2009

Cuando David derrotó a Goliath



Todavía se puede confiar en la humanidad, todavía tenemos algo más que decir. Muchos peces pequeños a veces pueden acabar con uno grande, aunque el esfuerzo sea colosal.

Los británicos, hartos de la vacuidad, superficialidad y decadencia que nos están trayendo los "estupendos" reality shows tipo Operación Triunfo, o el que tienen que soportar ellos, el "X Factor", han llevado a cabo en la última semana una operación sin precedentes para combatir contra la última gran propuesta sacada de estos pseudoconcursos de mala muerte.

Como estarán hasta los mismísimos de ver el feo careto de Susan Boyle en todas partes, o lo que es peor, escuchar su lamentable disco, eligieron una canción para que comprara todo aquel que estuviera cansado de aguantar este tipo de shows y la malísima calidad musical que nos están ofreciendo.

El tema en cuestión era "Killing in the name" de los Rage Against the Machine. Una elección arriesgada y difícil, porque es un tema de rock metal que muchos puritanos podrán considerar molesto, pero es una de las grandes canciones de la banda. Por qué se decantaron por "Killing in the name" y no otra es sencillo, es una composición que trata sobre nadar contra corriente y situarse contra el sistema, con un estribillo que repite "And now you do what they told ya" varias veces, para que nos quede claro de una vez por todas el complejo de oveja dócil en que nos quieren convertir. Que pide a gritos que demostremos que somos personas únicas con nuestra propia personalidad.

Esta propuesta nació desde Facebook, pero su popularidad fue tanta que hasta artistas como Muse, Dave Grohl o Paul McCartney han acabado apoyándola. Hasta los propios afortunados que abanderan el tema, los Rage Against the Machine, han tenido el detalle de interpretarla en varios programas para promoción del levantamiento.

La bola se empezó a hacer tan grande y tan pesada que, como si se tratara de una película con final feliz, han acabado consiguiendo el número 1 en Singles de UK y fulminando a la enésima nueva estrella sacada del programa de Simon Cowell, personaje bastante repudiado en Gran Bretaña por su conocida indiferencia hacia la música y su amor por hacer dinero.

Este domingo se hacía público lo que desde portales web como itunes, Amazon o en tiendas como HMV o Tesco anunciaban como single más vendido: "Killing in the name" se ha hecho con el #1 vendiendo 52.000 copias más que el segundo.

Es un triunfo para la música en general y los británicos se merecen un logrado aplauso.

Lamentablemente, en España no nos molestaríamos en intentar algo así porque no sentimos tanto respeto hacias las obras musicales como sienten los ingleses. Es una desgracia. Ya lo hemos demostrado, yo me incluyo como español y no como participante, comprando todos los apestosos refritos de temas populares que salían de Operación Triunfo, o encumbrando a sus artistas saturando el mercado discográfico.
Hecho éste que menos mal que está cambiando, hasta los más pacientes se están cansando de ver cómo salen como churros, intentos de cantantes que no tienen nada que aportar al mercado actual porque es gente que sólo sabe cantar y si sólo sabes cantar, limítate al karaoke y deja que los verdaderos artistas hagan su trabajo. Que a estas alturas de la vida ya teníamos que tener la lección aprendida. Para triunfar en la música no es necesario únicamente tener una estupenda voz, hay que tener corazón y alma. Y tristemente, casi todos los que salen de estos concursos no la tienen. Mai Meneses (Nena Daconte) puede contarlo así y en la actualidad, no la relaciones con el nombre de Operación Trinfo que le salen salpullidos. Normal, yo tampoco quisiera que se me vinculara con un programa donde sólo salen correctos (ejem...) intérpretes de temas de otros que cantan más pendientes en no desafinar que en sentir y transmitir lo que dicen. Mai no tiene una gran voz, por eso la echaron la primera, pero ha demostrado con Nena Daconte estar por encima de todos ellos.

De aquí han salido Sorayas, Edurnes, Sergios Riveros para aburrir. Todos suenan igual de innecesario e impersonales. Como en un bucle, se van sucediendo unos a otros, perfilando estúpidas composiciones que sólo unos pocos (en España son unos muchos, para nuestra desgracia) sin escrúpulo alguno consumirán. Todos ellos sólo serán cadáveres en una desagradable guerra en la que nos ha tocado luchar estos últimos años. Un bonito nombre junto a un hermoso rostro.

Por eso, un fuerte ole a los británicos que han tenido las agallas y la persistencia para conseguir parar algo que se les estaba yendo de las manos. Si el #1 de Susan Boyle en discos se hubiera esfumado, hubiera sido un triunfo doble, pero nos contentamos soberanamente con el logro en singles. Qué meritoria su hazaña. Qué emocionante.

Recuperamos un poco la esperanza y alzamos un poco el camino que veíamos cuesta abajo. Aplausos para los amantes de la música. La música auténtica, original y de calidad.

Por todos vosotros.

2 comentarios:

Vane dijo...

Ya me enteré por twitter también el otro día de esto, y mi respuesta fue: "ya lo estoy celebrando, cantando y sacando toda la "Rabia contra la máquina" GRRROAAARRRR!!".

Parece que el precursor (un tal Jon Morter) ya lo intentó la pasada edición con la canción de Rick Astley "Never Gonna Give You Up", es un cachondo mental el tío, y al final ha conseguido mejor resultado reivindicando sobre todo con el último estribillo de este super temazo de 1992 que me encanta y me vuelve loka "Fuck you I won´t do what you tell me!!! MOTHERFUCKERS!!!" ;*

archer dijo...

Poco nos ha durado la alegría, esta semana el #1 lo ha conseguido el cansino ese de X Factor con su ridícula versión de Miley Cirus. ¿Cómo se puede vivir sabiendo que tu primera canción editada es una adaptación de Hannah Montana?

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