domingo, 10 de octubre de 2010

Amy MacDonald - Más que curiosa, conservadora



¿Qué es lo curioso sobre el segundo disco de Amy MacDonald? Titulándose "A curious thing" pensamos que al menos, este disco debería sobresalir de alguna manera, teniendo motivos propios como para distinguirse de entre el resto del saturado mercado que hay hoy por hoy.

De acuerdo, el nombre está cogido de una frase de uno de los tracks, "I got no roots": "And this life I lead it's a curious thing". Lo sabemos, pero no deja de extrañarnos la elección del nombre.

No, no resulta curioso, novedoso y no supone un giro a lo que Amy nos había presentado en su debut. Son 12 canciones más un bonus que se suman a su cancionero, que se podrían mezclar perfectamente entre las que ya conocíamos, y pocos diríamos si se tratan de un primer o de un segundo disco. "A curious thing" viene a aportar, pero no a modificar. Podríamos decir que Amy suena aquí más cómoda, sus letras siguen siendo maduras para su edad, la música se acopla bien aunque a ratos la podamos tildar de sobreproducida (el mejor ejemplo lo que fue el primer single, "Don't tell me that it's over), pero es que esos no son defectos que le encontremos.

La cuestión aquí es que aquel que disfrutara de "This is the life" se sentirá complacido con "A curious thing", y cuando sacas un debut tan notable y rentable, ¿por qué vas a cambiar en el segundo?.

La perspectiva del tiempo, el que ha pasado desde que saliera a la venta y conociendo sus chartings, ha venido a decir que el factor sorpresa que tanto gusta en el Reino Unido la ha abandonado, y ahora es una más con más de lo mismo. Que sí, que será muy bueno, pero es más jamón de pata negra cortado de la misma pieza.

Lo que sí que ha presentado un notable cambio es su transformación física. Ella que parecía una chica algo regordeta y común, con unos grandes ojos claros, que se agarraba a su guitarra y vendía sencillez, ahora aparece estilizada, con mucho maquillaje y en una constante pose. Esa chica escocesa que salía tímida en sus primeros clips, ahora luce esplendorosa en el patético video de "This pretty face" o en las fotos promocionales que hemos visto últimamente.

Ahondando en el album, hay inspiraciones que se repiten: si ya le había cantado a Pete Doherty anteriormente aquí tenemos la algo infantil y tontilla "An ordinary life" que le ha inspirado el mazas de Gerard Butler ("All I want is an ordinary life" no es nada creíble en palabras del vanidoso Butler).

Empezamos con la recargada "Don't tell me that it's over", una explosión de sonidos que se disparan en todas direcciones, y que como primer single, demostraba a una Amy más salvaje, con ramalazos guitarreros y orquestas multitudinarias, que reflexiona sobre el estado del mundo y un posible final. Como avanzadilla, tuvo sus más y sus menos, a algunos nos sorprendió algo tan potente de esa chica que con una guitarra le cantaba al Mr. Rock & Roll, pero cumplía su cometido: entraba de primeras y uno no se harta de ella.

Lo mejor llegaba después, con los dos mejores tracks del disco, los más maduros, sentidos, profundos y llamativos: "Spark" y "I got no roots". El primero, veloz como un trueno, potente como un rayo, con el mejor estribillo escrito por Amy. El segundo, con la mejor producción que le han brindado. Sencilla en su ejecución durante los primeros segundos, sonando cercana gracias a ese amago de error de los iniciales acordes pero que acaba zambulliéndose en la velocidad y el vértigo que un avispado productor ha sabido recrear aquí.


"Love love", título de su gira y cuarto sencillo, parece prescindible con las audiciones primarias, sobre todo porque suena acelerada, y su melodía folkie escocesa parecería más acertada en un ritmo algo más lento. Con el tiempo uno acaba cogiéndole cariño y ya no parece el patito feo.

Ahora vienen los tracks marca de la casa, "An ordinary life", "Give it all up" y la balada ñoña de turno "My only one" rellenan un complicado intermedio, durante el cual uno se siente tentado en pulsar el stop, hasta que llega la alegre "This pretty face" y sobre todo, esa inspirada melodía en U2 que es "Troubled soul".

"This pretty face", tercer single, reúne el pop que Amy compone con arte más un toque folkie tradicional más irlandés que escocés, y juntándolos le ha quedado una melodía muy chula con una letra algo pomposa, pero graciosa. "Troubled soul" es la más sencilla de todo el album pero la más efectiva. No hacen falta grandes orquestaciones como el single presentación, ni outros mayestáticos como el que remata "What happiness means to me". Con un golpe de batería repetitivo pero contundente, una guitarra omnipresente que lleva el peso, y una Amy compungida e inspirada ante el micrófono, presenta lo que es uno de los temas más completos y a la vez más simplones que aquì podéis encontrar.

Seguimos cuestinándonos la fama en "Next big thing", canción melliza del primer corte pero bastante más aburrida, o una compactada "Your time will come" que podría haber dado mucho más de sí, y terminamos con la ya mencionada "What happiness means to me" con un final que deja algo perplejo. Parece que veremos fuegos artificales pero se ha quedado en dos petardazos mal echados. Un final algo irregular, nada definitivo. Y más sorprendentente es que el cd avance y escuchemos una versión en directo de "Dancer in the dark" de Bruce Springsteen. Quizás la manera de querer terminarlo sea lo que menos me haya gustado de este segundo trabajo de Amy, que faltaba la gran pieza, ese colofón final que nos dejara satisfechos y así quitarnos el sabor agridulce de algunos tracks del disco.

"A curious thing" ha triunfado en países como Alemania, Suiza y en general, Centroeuropa. Ella, orgullosa, alude es que su estilo se entiende mejor en esos países, que en el Reino Unido en donde ni siquiera debutó en el #1, pero no hay que olvidar y ella debería recordarlo que gracias al éxito obtenido allí se le han podido abrir las puertas al resto del continiente. Lo que pasa es que ya no es la "next big thing" como bien comenta ella, sino que ahora tiene que buscar su cosa, su cosa curiosa: evolucionar, virar, madurar. A muchos os gustaría tener esta Amy para siempre, pero seguramente ella aportará a su música algo que la haga especial, y esencial.

Nota:  7  /  10

Lo mejor: I got no roots, Spark, Troubled soul
Lo peor: Love love, My only one





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