viernes, 8 de junio de 2012

El número 1 - El ostracismo voluntario español



Entiendo que hace años, cuando no había internet, los españoles estuviéramos aislados de toda tendencia que surgiera en el resto del mundo, pero ahora, por más que lo intente, no puedo comprenderlo.

Hace pocos días, la noche del festival de Eurovisión, estuve en casa de unos amigos y tras terminar el programa, estuvieron poniendo vídeos por youtube. Uno de ellos nos preguntó, ¿Conocéis a A-de-le? A la mayoría no le sonaba, hasta que pusieron el "Rolling in the deep" y dijeron -Ah, sí, esa sí que la hemos oído. Claro, a no ser que vivas en una piña bajo el mar como Bob Esponja, es difícil que en el año y pico que lleva el disco de Adele a la venta y con los millones de discos que ha vendido no la hayas escuchado en algún sitio. Todos parecían encantados con ella. La acababan de descubrir, alababan lo bien que cantaba, lo bonitas que son sus canciones... Es una de esas ocasiones en las que uno no se las quiere dar de sabiondo y se une al regocijo general, al hallazgo de los amigos, aunque no puedo evitar un inocente comentario. -Ah, sí, Adele... ¿en serio no habíais oído hablar de ella?

Si esto hubiera pasado en 1990, lo entendería, ¿pero en el 2012? Mira que a España de siempre nos han llegado los éxitos internacionales con un retraso abismal, pero ahora que los estrenos se hacen casi simultáneamente y por ejemplo, Lana del Rey debutó aquí bastante bien la semana de su lanzamiento mundial, aún me sorprende que haya personas que se mantengan tan aisladas de lo que acontece en el mundo. Personas que no deben leer periódicos, meterse en internet a no ser que sea para chatear, escuchar música en la radio o por donde sea, ver los telediarios en donde siempre te hablarán de quién ha ganado en los Grammys o en los Premios de la Música.

Yo detesto el mundo del corazón, pero a fuerza de verlo en algún sitio o que alguien me haya comentado, aunque no me interese, controlo los nombres, las caras y lo más destacado que han hecho.

Este ostracismo en el que vivimos, que en estos tiempos considero que es voluntario, por dejadez, se refleja en el programa "El número 1" de Antena 3.

No lo he seguido en su totalidad porque entre el jaleo de cambios de día de emisión y que yo a la tele sólo le quito el polvo, no me ha sido posible.

Ayer no daba crédito cuando veía los 5 finalistas. ¿Esto es lo más destacable que han sacado de un casting al que probablemente habrán acudido miles de personas? Repasemos, tenemos clones de Pablo Alborán, Rosa López, David de María, un niño super afeminado que va de gótico (ay, los góticos qué bajo han caído con este fichaje) y de los que te encuentras a patadas en el Long Play de Madrid y una chica, Roko, que en principio parece que es la única que podría aportar algo original al rancio panorama musical español.

Anoche expulsaron a Laia, una chica que creo que le ha podido su personalidad, y en estos concursos en que caer bien y empatizar con el público es primordial, eso es motivo de rechazo instantáneo. Si Marta Sánchez hubiera salido de un concurso de éstos, con el carácter narcisista que tiene, no habría llegado ni al primer bloque de anuncios, por muy bien que cante. Más o menos es lo que le ha pasado a Laia. Esta chica tiene una voz preciosa, en el duelo por el que pasan al final, cantó una versión preciosa a capella de un tema de Zahara, y escuchándola se me olvidó lo engreída y falsa que me parecía cuando se dirigía a la cámara. Hoy he podido ver, que ayer no llegué a tiempo, su actuación interpretando "These words" de Natasha Bedingifield. Primero, la clavó, lo hizo francamente bien y su nivel de inglés es superior al de sus compañeros. Tiene gracia que luego la pongan en duelo con un chaval, que por su afición a los gorros debe tener problemas alopécicos, que bailando parece que le ha dado un tirón en una pierna, que tenga menos personalidad que un muñeco de plastilina y que cuando se pone a cantar "Angels" de Robbie Williams, no acierte una nota y haga una adaptación libre inventándose las palabras en inglés (qué manera de decir "She won't forsake me", por Dios). Un duelo, que como digo, lo ha perdido Laia porque el jurado de "profesionales" que tiene el programa, o les están apuntando con una pistola para que voten a quien los realizadores quieren, o no se entiende que digan una cosa y que luego hagan otra.

Nada, que luego nos quejamos de lo que mandamos a Eurovisión y lo que sale ganando en estos concursos musicales. Que tenemos lo que queremos. No salimos de lo mismo, somos de un convencional que no veas. Nos gusta que todo siga igual. Queremos seguir en el mismo trabajo, aunque estemos puteados, porque podría ser que estemos peores. Le tenemos miedo a la novedad, un miedo atroz. Miedo a cambiar de restaurante, a cambiar de costumbres... Nos compramos (o nos descargamos, que en España nos va más las descargas) los discos de Alejandro Sanz, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat porque sabemos que nunca nos van a fallar (y aunque lo hagan, lo negaremos). En el sentido de la innovación musical, somos totalmente contrarios a los británicos, siempre buscando la novedad, descubrir un nuevo artista, un nuevo estilo, levantar un hype mundial. Aquí no. Aquí nuestra cañita los viernes por la tarde, nuestro partidito el sábado, el paseo por el centro comercial, el disco de Manolo García sonando en el coche... ¿qué más le podemos pedir a la vida?

Estamos anquilosados y así nos va, nos están dando un buen bofetón en la cara para que salgamos de este pasotismo, y por culpa de jodernos y callarnos, se avecina el rescate. Siempre nos consolará esperar nuevo disco de Alejandro Sanz, él nunca nos decepciona.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que para convencional, ésta entrada, que está repleta de clichés, prejuicios y generalizaciones a más no poder.

Como espectador del programa, decirte que no es del todo como lo pintas...Si algo difiere de otros de formato similar, es que aquí se respeta y promueve la pluralidad de personalidades, que la mayoría de los participantes ya van aprendiditos y que éstos escogen las canciones que interpretan...Que a lo mejor el nivel o la calidad podría ser mejor? depende de la comparación, pero por lo menos se visibiliza algo diferente...

Hablas del miedo al cambio y parece que te incluyes en ese rebaño del que echas pestes...No te quito la razón en que en el Reino Unido hay mayor cultura musical y que se suele apoyar a los artistas innovadores, pero no es tan perfecto, pues dentro de toda esa amalgama de géneros y grupos, tambien hay bastante cabida para el pop plástico vacuo y de fácil digestión manufacturado para su consumo inmediato y masivo...Quizás en el aspecto musical (y en muchos otros) no estemos tan adelantados, pero, aunque sea a paso de tortuga, avanzamos...y avanzamos con actitudes constructivas, no destructivas.Como dice el refranero español: "en todos lados se cuecen habas" ;)

En fin, si me permites un aconsejo, intenta rasgar un poquito en la superficie de las cosas, y no te obceques en las aparentes obviedades.

archer dijo...

Por supuesto que está llena de clichés la entrada, se trata de exponerlos para criticarlos. Su mera mención es necesaria si quieres manifestar una opinión.

Coincido contigo en que en este programa se respeta y se promueve la pluralidad de personalidades, lo cual no quita que al tratarse de un criba gradual, lo que vaya "sobreviviendo" sea un reflejo absoluto de lo que son los gustos masivos de este país. Si en las listas de ventas vemos gente como Pablo Alborán o David De María, es comprensible que los cantantes más afines a entrar en ese círculo, sean los finalistas.

Yo no me incluyo en ningún rebaño, llevo años intentando poner una nota discordante y me motivan mis propias tendencias. No creo que aquí se vean muchas entradas relacionadas con cantantes que estén de rabiosa actualidad y que sean los más rompedores en ventas. Haberlas haylas, pero lo que me mueve a publicar una entrada es lo que me gusta, sea comercial o no. No tengo en cuenta los números o los seguidores del artista, es un blog de opinión e intento que sea lo más diverso posible, hablando de lo que me gusta y de lo que no me gusta.

Claro que en España avanzamos, faltaría más que con la disposición de medios que tenemos, no hubiera un progreso. Lo que pasa es que es en estos programas donde sale gente nueva que se quiere hacer un hueco en la música y van cayendo según los gustos del público, que es cuando se observa que en realidad estamos igual de anquilosados que hace años. Que tantas ventanas al mundo apenas han causado repercusión en lo que realmente somos. No nos han afectado apenas nada. Seguimos aferrados a lo mismo. Luego llega gente como Adele y realmente impacta en la gente, gracias a un tremendo éxito que ha conseguido que llegue a un número de gente impresionante. Gente de la que dice que no hay música como la de antes porque no salen de su cascarón y se adentran en el bosque. Siguen observando los árboles y se quedan en su zona de confort.

Dirás que continúo con los clichés y que sigo sin rasgar. Tampoco quiero extenderme, efectivamente, en lo obvio. Creo que ya cada uno puede sacar su propia conclusión y probablemente pensará que estoy equivocado. Nos falta ese amor por la música que considero sí que tienen los británicos para hacernos querer correr por el bosque. Y mientras nos quedemos fuera, vamos a continuar en un estado de hibernación infinita, con lo que ya conocemos y hemos aceptado como nuestro, sin querer ir más allá, como si eso fuera un esfuerzo enorme para nuestras mentalidades.

Anónimo dijo...

Nada...... el del comentario debe cobrar del progrma. Definitivamente ¡ no va mas ¡ que siga el juego

Anónimo dijo...

Bueno, creo que los mass-media españoles(prensa y tvs)
consiguen sus objetivos:
mantener a la gente abotargada,
en la mayoría de los ámbitos,
sin criterio ninguno,para que sus políticos e intereses,puedan controlar al personal con tranquilidad.

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